Ricky Rubio es un nombre que aparece por la NBA cada semana sin tener que haber jugado ni un minuto en esa Liga. El debate sobre su presencia o no en Minnesotta cuando cumpla su ciclo de dos temporadas en el Barcelona, la necesidad de un traspaso de sus derechos, la conveniencia de haber drafteado a otro jugador que pudiera haber elevado ya el nivel del equipo, son cuestiones que revolotean alrededor de la figura de nuestro flequi, aún más cuando hay novatos que fueron seleccionados en puestos más discretos ofreciendo un nivel impresionante (hablamos de Stephen Curry y Brandon Jennings). El último en abrir el pico es Kevin Love, el ala-pívot blanco que pasó un año por UCLA antes de aterrizar en los Timberwolves merced a un traspaso con los Grizzlies. El posible futuro jugador franquicia de Kurt Rambis, lesionado en un dedo, airea sus razonable dudas sobre la presencia de Ricky Rubio a medio plazo a su lado en el vestuario de los Lobeznos del Estado de la nieve. ¿Cree que Ricky jugará en Minnesotta? «Me gustaría poder decir que sí, pero me inclino más hacia la duda. Esperemos que no sea tan dudoso». El jugador debe ser del Madrid porque subrayó que Stephen Curry hubiera sido una gran elección y que Flynn, el base novato que llegó después de Rubio, es un jugador de gran futuro. Kevin no formará el Club de Fans de Ricky en la NBA. Love no tuvo tantas dudas para el amor y antes de dejar de ser un Bruin raptó el corazón de una cheerleader de muy buen ver. Vean, vean.
Puertatrás 