‘Hoop Dreams’, sueños rotos


Hay descubrimientos mínimos que pueden revalorizar una simple jornada abocada al tedio. Días lluviosos en mitad de las vacaciones sin mucho que hacer, condenados a la protección del techo. Los aparatos multimedia son los aliados o enemigos, quién sabe, para ahuyentar al aburrimiento. En mitad de un buceo por Netflix, driblando películas románticas, comedias sin gracia y dramones de lagrima fácil, abrí la carpeta de documentales desesperado por probar fortuna. Y allí estaba. Un viejo amigo. Pero no trasnochado, ni pasado de moda: Hoop Dreams.

Gracias a la lluvia pude visionar de nuevo hace unos días, seguramente, el mejor documental de baloncesto que se ha hecho. La cinta dirigida por Steve James tiene ya más de veinte años, pero no ha perdido ni un ápice de vigencia. Editada en 1994 y grabada a través de los cuatro años anteriores, cuenta el periplo de dos adolescentes afroamericanos de los suburbios más pobres de Chicago, William Gates y Arthur Agee, con el destino de firmar una beca para jugar al baloncesto en una universidad. El punto de partida es similar al que pueden tener muchas estrellas actuales de la NBA, un playground cercano a una esquina donde se vende y compra droga. Desde allí se desenreda un hilo que teje una realidad desalentadora, de un entorno violento y un hogar desestructurado en el que los menores son tratados, de forma muy políticamente correcta, como contenedores de las ambiciones de éxito de sus entrenadores, agentes, guías espirituales, familiares y amigos.

Reclutados por un cazatalentos, son ‘fichados’ por una rica y católica ‘high school’ de las afueras de Chicago, cuyo reclamo es ser la cantera de origen de Isaiah Thomas. No voy a hacer aquí un ‘spoiler’, pero la cosa no termina tan bien como les venden. Lo único que os digo, si no la habéis visto aún, es que las tres horas de metraje se quedan cortas y el afán curioso por continuar acompañándoles por sus vidas se acrecienta con el fundido a negro final. A mi me dio por investigar ese más allá de este ‘to be continued’ y el resultado fue que sus vivencias vuelven a estar llenas de claridad y oscuridad. ‘Hoop Dreams’, galardonada en el Festival de Sundance y con más de 11 millones de recaudación, sirvió para que Gates y Agee encontraran otro camino. William terminó siendo pastor en el mismo barrio en el que se crió y Arthur levantó una fundación desde la que apoya a la infancia y proporciona becas deportivas en los entornos más pobres de Chicago. Sin embargo, sus dos mentores, aquellos que les alentaban desde el cariño para hacerse All Star, el hermano de Gates y el padre de Agee, murieron por disparos de bala.

La secuela de este largometraje podría haber sido fácilmente otro documental de obligado visionado: ‘Rebotes’. De producción chilena, narra la supervivencia de Tim Jones y Derrick Miller, otros dos americanos negros, por alargar sus carreras profesionales en la Liga de este estado suramericano. Jones y Miller bien podrían ser Gates y Agee más mayores o otros centenares de profesionales del baloncesto en un plano menos fastuoso del que estamos acostumbrados. Sin estudios y maltratando sus cuerpos, buscan los dólares con los que mantener a sus familias. Su futuro más allá de la pista no pinta nada alentador, mientras son tratados como cromos por los clubs de una parte a otra del planeta.

Recientemente la cadena norteamericana ESPN, dentro de su programa ’30 for 30′ volvió a emitir un largo reportaje titulado ‘Broke’. En él se difundía la trágica situación a la que se enfrentaban los profesionales de los deportes americanos tras su retiro. La falta de una formación académica, la adulación perpetua, el derroche, las malas inversiones y la ausencia de toda previsión hace que el 60% de los jugadores de la NBA estén en bancarrota solamente cinco años después de abandonar el juego.  Delante de las cámaras se coloca Jamal Mashburn dando su testimonio del frenético ritmo de vida que se mantienen entre las plantillas de las franquicias. Este camino desde la codicia a la perdición se aborda en la serie ‘Ballers’, protagonizada por Dwayne Johnson. En España, con la extrema diferencia de salarios mucho menores, se acometió idéntico problema hace unos meses en el extraordinario reportaje de Curro Aguilera, ‘Del podio al olvido’, del que ya os hablé por aquí.

Quizá estas secuencias circulaban en mi cabeza cuando charlando con un amigo periodista, joven e ilusionado, comencé un diálogo sobre la idoneidad o no de difundir vídeos de ‘highlights’ de tiernas promesas. “Es lo que a la gente le gusta”, fue la respuesta de otro interlocutor de corrillo. Posiblemente o no. No es incierto que existe un ánimo generalizado de todos aquellos que nos apasionamos por el deporte de ser los descubridores de los futuros talentos para poder llegar a decir un día ‘ya lo decia yo’. Alimentar nuestros egos con conocimiento anticipado, ser pitonisos para demostrar cuanto sabemos de tal o cual. Todos, y me incluyo, hemos jugado esa partida de visionarios. Este juego, nada malvado más allá de esa vanidad, es solo un puntito más de ese engranaje que va triturando poco a poco esos sueños que cuenta Hoop Dreams.

El deporte profesional ha caído desde hace décadas, un siglo quizá, en los mismos cánones que toda la sociedad, los mismos que imperan en un gobierno o empresa, donde la ley del más fuerte se cuenta en beneficios y pérdidas. Y en el que pocos triunfan. Incluso ese triunfo, como cuenta ‘Rebotes’ o ‘Broken’ es efímero. Sin embargo nos olvidamos que detrás hay menores vulnerables, con sueños que todos queremos cumplir con ellos porque a nosotros se nos pasó la oportunidad. Detrás de esas ambiciones, hay pequeñas personas que en su mayoría se encontrarán futuros más reales y menos brillantes ante el que les tenemos que preparar entre todos, sin perder los sueños, pero sin perder la cabeza.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s