El baloncesto de Nacho


En ocasiones resulta muy complicado explicarle a un niño, a un adolescente, el verdadero valor del baloncesto. Solo ven en el tablero su reflejo, aquel gesto egoísta que ilumina sus pantallas, la ejecución de la copia del ídolo de un videojuego, el abrazo falso de la captura de la victoria como único premio, la ambición por los puntos propios y no por el bienestar solidario del equipo. Porque los veteranos sabemos que esas anotaciones, esas victorias individuales, quedarán sepultadas en la memoria por otras sensaciones más placenteras y duraderas, aquellas que nacen de la amistad que gira alrededor de una pelota naranja, de todo que hace de este deporte una celebración social.

A todo aquel que no se lo crea, le hubiera venido muy bien pasarse el pasado fin de semana, el que abrió el mes de octubre, por el patio del colegio Tío Jorge. Allí hubiera encontrado ese sentido del baloncesto, el único que perdura, que sobrevive. En mitad de ese asfalto de mil botes hubiera visto reunidos a varias decenas de amigos unidos una vez más para honrar la memoria de aquel que ya no está con ellos pero que sigue presente en esa cancha, en esa fiesta.

El mismo día que el Mundo lloraba a Michael Jackson, el básket del Arrabal perdió a Ignacio Pastor, Nacho. Era una persona reconocible por la gente que amaba este deporte en el barrio, para todo aquel que hubiera jugado con él alguna pachanga o algún partido en la Social. Y eso se hace presente ahora al inicio de cada temporada, cuando sus compañeros del Tocho Mocho organizan un torneo –esta año asistieron Arrabal y Bajo Gállego– que no es más que una reunión de colegas, de amigos, de familiares, de viejos vecinos de vestuario, de buenos rivales que celebran por unas horas ese baloncesto, el de Nacho y el de todos que, con los años, sabemos que casi lo que menos importa son las canastas.

7 comentarios sobre “El baloncesto de Nacho

  1. Como hemos dejado constancia en Facebook y Twitter, un artículo muy recomendable. Más aún, pensando en la gente joven que hace baloncesto. Un gran mérito el trabajo que hacer PUERTATRÁS. Enhorabuena.

    1. @BaloncestoCantera Gracias por tu/vuestras palabras, más significativas viniendo de una dirección que ama y cuida la cantera. Creo que el baloncesto no es más que una expresión de la generosidad del ser humano y este regalo se lo tenemos que hacer llegar a los chicos como una fiesta de los mejores valores que guardamos como personas, algunos casi extintos en esta sociedad en la que los estímulos para los jóvenes nacen del egocentrismo, el consumismo, la violencia… una lista negra que no debe concordar con lo que es baloncesto. El otro día en el Tío Jorge comprobamos que BALONCESTO es AMISTAD.

      Gracias por comentar y tu/vuestro trabajo en Baloncesto Cantera

  2. No conozco lógicamente la figura de «Nacho», pero leyendo tus palabras le imagino como alguien que amaba el baloncesto, más allá de resultados. Si su homenaje es un homenaje al baloncesto, me uno.

  3. Probablemente habre jugado en alguna ocasión con el protagonista de este post o sus amigos, y en poco más de dos semanas comenzamos una nueva temporada en las ligas sociales de la FAB, si mis rodillas aguantan.

    Me gusta como nos cuentas las multiples caras de nuestro deporte, gracias por seguir escribiendo.

    1. @Almanzor Es la esencia del básket, esas cañas de después, el comentario pospartido, el hacerte amigos del otro equipo con los que sólo coincides dos veces al año pero hay ‘algo’ especial, bajar al parque a lanzar unos tiros aunque las rodillas ya no aguantes sólo por estar con esa gente, convivir en una pista… Creo que esa es la verdadera victoria del básket, como nos hace sentir, como nos hace relacionarnos con los demás. Tú y yo somos un ejemplo, aunque sea via blog. La semana próxima estaré por Madrid. Concretaremos para quedar, ¿ok?

      Gracias por comentar Alejandro

      @Rodman Realmente no conocí a Nacho mucho, aunque sí que nos reconocíamos en las pistas y en las calels porque compartíamos amor por el básket y barrio. Era un tipo de esos que recuerdas por los codazos que mete, por su físico (grande y con media melenilla) y porque dentro de su rudeza era un caballero al que le gustaba charlar de baloncesto. Ahora he coincidido con su exequipo y cómo hablan de él, como fue al Torneo tanta gente del barrio que lo conocía, me hizo reflexionar y escribir este texto.

      No sé si jugarías frente a él alguna vez. Yo estoy apunto de fichar por un Social Plata, pero finalmente no me quiero comprometer. No debemos unas cervezas. ¿Tienes mi número? Enviame un mensaje al twitter y te lo envío

      Gracias Rodman

    1. @Costalgaraldals No se me ocurre una mejor manera de homenajear a NAcho o a cualquiera que le guste el baloncesto que esta.

      Un abrazo

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